Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2014

LA IMPORTANCIA -OBSESIÓN- DE LOS TÍTULOS

Imagen
Mi primera novela se pasó casi dos décadas de cajón en cajón, según me mudaba de casa.  Cuando se dieron las circunstancias para terminarla de una buena vez (eso o tirarla a la papelera), y además con urgencia porque quería presentarla a un premio y había un plazo máximo, me di cuenta de que el título que tantos años atrás había pensado, ahora no me decía nada. Y no encontré otro título. El tiempo apremiaba, así que le puse un título poco interesante, confiando en que si había suerte, y se publicaba, la editorial quizá tuviera una buena idea para cambiárselo. Gané aquel premio, y mi novela se publicó, y ese título poco interesante "La hija del cónsul", me persigue desde entonces. Es mi novela más leída y más valorada por los lectores, pero tiene un título que no dice nada. Aprendí bien la lección. Desde entonces, cada título ha sido muy meditado, y decidido antes de comenzar a escribir la novela. Además, hago que aparezca en la trama, en un diálogo, y es algo que