Me gusta el carnaval, siempre me ha gustado, desde pequeña cuando me disfrazaban de bailarina de ballet, de flamenca, de mariposa... Me gusta más el carnaval que San Valentín, ya puestos. Curioso que este año coincida el día del amor en domingo de carnaval. Paradojas. No me hace falta un día especial para sentirme especialmente enamorada, para celebrar la fortuna de tener a mi lado a quien más quiero, eso ya lo agradezco todos los días. Pero sí me gusta tener un día, unos días, para ser otra persona, para tener la oportunidad de transformarme y convertirme en una hechicera, una princesa, una mujer pirata. Cuando era pequeña, en Mugardos, mi pueblo, nos disfrazábamos a diario con cualquier ropa vieja que teníamos en casa, una careta de cartón, y a salir a la calle a bromear con todo el que te encontrabas. Aquí en Ferrol eso se estila menos, quizá porque en una ciudad ya no conoces a tus vecinos, y entonces las bromas no tienen sentido. Por eso me ha encantado encontrarme el viernes en m...