RIVER FLOWS IN YOU. YIRUMA
El próximo mayo, el mes de mi cumpleaños, hará dos años desde que mi marido me regaló un sueño que tenía pendiente. ¿Alguna vez has hecho una lista de las cosas que te gustaría hacer si tuvieras más tiempo? En mi lista, en el top 5, estaba aprender a tocar el piano. Es fue el regalo de mi marido, quizá el más acertado de todos los que me ha hecho en tantos años que llevamos juntos. Desde entonces acudo a clases semanales con la mejor de las profesoras, Marta Nieto de la escuela Dando la Nota, de Ferrol. Y digo que es la mejor porque ha conseguido que alguien como yo, sin ningún tipo de formación musical, ni la más básica, pueda leer una partitura, tocarla sin que los vecinos vengan a quejarse a mi puerta, y conseguir que cada día me guste más, sin ni un momento de bajón o desgana en dos años. Entre las piezas, adaptadas a mi nivel principiante, que he tocado en este tiempo, hay una muy especial, por bonita y porque fue mi primer gran reto. Hoy, viernes de música, os dejo al composito