Le llaman "G.I. Joe. la Venganza". ¿Venganza? Venganza es lo que clamaba yo a los veinte minutos de empezar la proyección. Vale que se carguen a Channing Tatum a los cinco minutos (y eso que era el 40% de los motivos por los que iba al cine). Vale que Bruce Willis no aparezca hasta la mitad (mi otro 40%). Vale que el protagonista, en realidad, y a pesar de lo que nos venden en los créditos y el trailer, sea Dwyane "The Rock" Johnson, porque es un tío que no me cae mal, y siempre he tenido cierta debilidad por los grandotes, poco expresivos, que solo sirven para dar puñetazos. Pero que el resto de mi porcentaje de razones para malgastar 8 euros en una tarde de cine, es decir, la acción, los tiros, y un poquitín, solo un poquitín, de intriga, se vayan por la alcantarilla en cuanto empiezan a aparecer personajes sacados de un cómic que haría sonrojar a la serie Z, con nombres como Storm Shadow (un asiático vestido de blanco, supuesto ninja, con espada cru