NO CONTROLES (de cuando el cine español descubrió la comedia romántica)
Sábado tarde, Cines Acteón, Madrid (aquí un inciso: estos cines, en sí, se merecen una película del tipo "La niebla", pero atrapados en este monumento kistch y trasnochado, que me ha traído buenos recuerdos de los antiguos cines de Ferrol, hoy tristemente cerrados), vamos a ver la segunda película de Borja Cobeaga, la primera ("Pagafantas") aún la tenemos pendiente, pero seguro que cae en DVD.
¿Qué hacemos con la niña? A ver, que ya tiene trece años, pero teniendo en cuenta lo que se entiende en España por comedia romántica, pasa por las mismas "exigencias" de guión de los tiempos del destape, a saber, las chicas monas tienen que enseñar todos sus "encantos", y tiene que haber al menos una escena de sexo duro entre la pareja protagonista. Con estos mimbres, ¿te atreves a llevar a tu hija casi adolescente al cine, por mucho que la cartelera diga "para todos públicos"?. Pues lo hicimos, porque teníamos muchas ganas de ver la película, porque era la única que nos parecía que a ella le podía gustar, y porque en Madrid hacía mucho frío y estaba lloviendo, vamos, que los gallegos cuando salimos de casa nos llevamos el mal tiempo en la maleta.
Pues sí, señores, resulta que en España hay un director y un equipo que saben hacer una película romántica al puro estilo Hollywood. Es decir, con un guión simpático, personajes secundarios memorables, una pareja con gancho, muchas escenas tiernas y cero escenas de cama y cero imágenes en primer plano de los encantos de las chicas guapas, que las hay, de la película.
Que no han inventado el género, ni lo han renovado, ni quizá sea la mejor película del año, pues no, sinceramente. Pero nos han contado una historia divertida, entrañable, y no nos hemos sentido violentos ni incómodos en el cine, que ya es mucho decir.
Suelo decir que hay una categoría que me falta en los premios de cine, que vendría a ser la categoría "reparto" o bien la de "director de casting". En este caso, un Goya merecidísimo para ambos.
Comentarios
Mi hija mayor ya tiene 19 y la pequeña tiene 11, pero hace unos años nos encontrábamos a veces en la tesitura de que cada cual quería entrar a una sala distinta.
Al final me tocaba a mí siempre ver la de dibujitos con la pequeña-
En fin, ya me queda menos. En 7 años es mayor de edad y que cada uno vea lo que quiera.
Ssludos.
pues en cuanto a la peli, para qué mentirte, por ser española,pues...sí, es una prejuicio mío, lo sé..
volviendo a ese tema...considero que no es la calificación de la película la que debe de decir si un joven debe de ir a verla o no, si no sus papás...amén de que..uf, creo que corto aquí mi reflexión... me alargaría demasiado..
miles de besos, teresa.
En fin, que me enrollo un montón hablando de cine, que sobre gustos no hay nada escrito, y sobre edades para ver según qué películas tampoco.
UN abrazo.
En cuanto a las calificaciones y las edades, coincido contigo. Son muy relativas.
Un abrazo.