LA MUDANZA Y LA CRITICA LITERARIA
En pleno proceso de pre-mudanza, me tropiezo en El Cultural con una cita que dice algo así: "una mudanza es la forma más brutal de crítica literaria", y reconozco, con cierto pesar, la verdad absoluta de esta frase.
Me cuesta deshacerme de un libro, incluso de los que no me gustan, pero ha llegado un momento en que son ellos o mi espacio personal. Me mudo, pronto, y voy a tener menos sitio para llenar de estanterías con libros polvorientos, y menos ganas también. Quiero una casa diáfana, libre de adornos y objetos inútiles, en la que los únicos adornos sean buenos libros y películas, y algunas láminas muy escogidas, en especial las que voy comprando en mis viajes.
Así que me llevo conmigo sólo aquellos libros que de verdad quiero releer, pasar la mano por sus lomos, poder abrirlos y recordar los buenos momentos pasados en su lectura. El resto, mañana vendrá un librero de viejo a llevárselos a un precio inferior al del papel en el que están impresos.
Me hago varias promesas, que aquí dejo por escrito, comprar menos libros por impulso o por la publicidad (esta lección la he aprendido bien, ahora que tengo medio pasillo ocupado con bestsellers de usar y tirar, preparados para su venta); comprobar que no tengo ya esa libro que me apetece comprar cuando entro en una librería (tengo tres ediciones de Enma, que me encanta, pero de las que solo se salva una, la buena, y dos de Los Puentes de Madison County, que no me interesan nada y que están en el lote para liquidar); y en los libros que tenga dudas, probar primero con la versión en ebook, si la hay y si, por fin, comienzan a venderse ebooks en español a precios asequibles.
Ya os contaré si me vuelvo a mudar hasta qué punto he sido fiel a estas promesas. Pero ya reconozco por anticipado que cuando se trata de comprar libros, tengo cierto trastorno adictivo difícil de controlar.
Comentarios
Un abrazo.
Espero que no te ocurra.
Un abrazo y que tu nueva casa te sea inspiradora.
En cuanto a los libros, últimamente, y acuciada por la crisis, solo compro los libros de mis amigos, los de los famosos los cojo prestados de la biblioteca. Ya vendrán tiempos mejores.
Un abrazo.