La vida de las cosas en vísperas de San Valentín
Hoy toca Martes Literario, y la cita se ha ampliado a dos temas, la ya conocida La vida de las cosas y/o temas románticos puesto que se aproxima el 14 de febrero.
Como estoy un poco -un mucho en realidad- vaga, he tirado de archivos y os cuento la historia de un humilde calcetín reconvertido en celestina.
UN CALCETIN ROSA
Ella se asomó a la puerta de la cocina con el pelo revuelto y los ojos aún cargados de sueño.
–¿Has hecho té? Pero si no te gusta.–Para un día que te quedas...
El terminó de servir el zumo recién exprimido y separó una silla, ofreciéndole asiento.
Ella se acercó, recelosa, y él pudo ver sus piececitos de geisha desnudos. –Se me ha perdido un calcetín.
–Después te ayudo a buscarlo.
Ella miró la mesa que él había puesto, con sus manteles individuales, la tetera antigua que tanto le gustaba, las tostadas en su punto...
–Eres mejor ama de casa que yo, cualquier día me vengo a vivir contigo.
El sonrió esperanzado mientras se daba la vuelta para buscar las cucharillas. El ruido de la lavadora atrajo su atención. A través del cristal de la puerta pudo ver su camisa blanca y rezó porque aquel diminuto calcetín rosa no destiñera.
Comentarios
Mercedes propuso ayer de posponer el martes lieterario a otro dia no concretado. Igual ha cambiado de idea y no me he enterado :(
Cati, si lo volvió a cambiar no me enteré, jaja, nos vuelve locos. Xosé Antón lo colgó ayer, porque hoy no podía, así que de todos modos tenemos medio-martes-literario.
Gracias, Manuel. Esto es lo que tienen los microrrelatos, son pequeñas porciones de la vida de la gente, el resto queda para la imaginación del lector.
Besos a repartir.
Un beso grande.
Debo entender que él, a la vista de la promesa que hace ella (..cualquier día me vengo a vivir contigo.)por ser buen "amo de casa", quiere quedar bien en el trance del lavado de calcetín. ¿Es así? No, creo que no, porque, digo yo, ¿para qué moñis quiere lavar el calcetín? ¿Se ensució y se lo quiere entregar limpio? O más bien quiere quedarse con la prenda de pié como recuerdo, pero, entonces ¿para qué lo quiere limpiar? ¿No sería mejor que lo dejara con los "aromas" propios de la prenda en cuestión? Así tendría un recuerdo para toda la vida. ¿O no?.
En resúmen Teresa, ¿qué c*ñ...hacía el calcetín en la lavadora?
Bien, lo leeré de nuevo a ver si le encuentro el enjundio :-)
Fernando I "El Pocavista"
Fernando, te noto espeso hoy. A ver, los microrrelatos son como los chistes, si los tienes que explicar pierden la gracia. Pero voy a hacer una excepción para que no te rompas la cabeza. Pero sólo para ti, los demás que miren para otro lado.
Digamos que si el calcetín hubiera estado en su sitio, ella no se hubiera quedado a desayunar, así de simple. Entonces no hubiera apreciado lo buen "amo de casa" que es él, y algunas otras cualidades que él está dispuesto a demostrarle, etc., etc.
¿Lo vas pillando?
P.D. ¡Qué ganas de buscar complicaciones innecesarias, y qué poco romántico que soy! :-)
P.D. Ya me callo, ¿eh?..perdonad...
Muy bonito el relato
Un beso
Me gusta mucho,
un abrazo.
Yo creo haber entendido mal y guardé mi relato para el día de San Valentín, jajajaja.
Apapachos, me gusta lo que escribes y, como dijo alguien, después de la explicación aún más.
Chicas, gracias por tus comentarios. Insinuar y sugerir más que mostrar, sí Dorotea, no es lo que nos dice siempre Ramón?
Besos.
Yo lo he pillado a mi manera. Una camisa, blanca, impecable... Ay, pronto se va a convertir en rosita claro (calcetín travieso)y... ¡Camisa con mejor color! Al menos algo menos sosa y abstracta ¿no?
jajajja
Me ha gustado mucho tu relato. Yo te llevo observando en este tipo de escritos y me da que dominas este arte de la "seducción" a corta distancia (microrrelatos), mu, pero que mu bien, nena. jajajaj
Besos
Precioso (ahora en serio).
Muy buen e intenso relato, Teresa.
Bikiños
Un abrazo.