Este es el puerto de Mugardos, el muelle le llamamos en el pueblo, y ahí al fondo, a la derecha de la foto, en perpendicular y subiendo en un ángulo de unos 45º, empieza, o acaba según se mire, la calle María. Ahí nací y viví, en distintas casas, hasta los 21 años. Justo enfrente, donde solo asoma un muro blanco, ahí vivían mis padres y mi hermano mayor el 7 de mayo en que nací, con ayuda como médico-comadrona-enfermera, del practicante del pueblo, que tuvo la habilidad y la pericia para desenvolver el cordón umbilical que traía enrollado al cuello, y azotarme hasta que rompí a llorar, al tiempo que mis pulmones se llenaban del aire salobre del mar, en línea recta, no más de veinte pasos hasta la orilla. No sé si esto sirve para que me conozcáis mejor, pero supongo que os hacéis una idea de lo que supone para mí viajar al centro de la península, como este fin de semana que estuve en Madrid. Me falta el aire. Literalmente. Si lo que respiro no viene cargado de sal y con un m...