No todo fue mentira IV... Inesperado
Hoy os quiero contar algunas cosas sobre la segunda parte de "No todo fue mentira", la historia de Terry Devin.
Hace algún tiempo quise regalar un relato a las buenas amigas del foro de Autoras en la Sombra. Ese relato, que estuvo colgado por tiempo limitado en la correspondiente sección, era un borrador de lo que hoy es “Espejismo”, la primera parte de “No todo fue mentira”. Durante el tiempo que el relato pudo ser leído, algunas buenas amigas me hicieron sus comentarios, pidiéndome al final que escribiese sobre la hermana de Jordan, la revoltosa, inquieta y un tanto rebelde Terry Demarest. No sé por qué las hermanas de mis protagonistas acaban pidiendo –y consiguiendo- su lugar propio en mi mundillo literario; los que habéis leído “La hija del cónsul” ya sabéis de lo que hablo.
El caso es que sí, inspirada por sus comentarios y por lo interesante del personaje, alejada de mis protagonistas más sensatas moderadas, empecé con bastante ímpetu la historia de Terry, que luego acabó en el cajón cuando estaba terminando las últimas correcciones de mi novela anterior. El tiempo de espera en el cajón, como suele suceder, le sentó muy bien, o al menos eso me parece a mí y también a mi primer lector-corrector, mi profesor Ramón Alcaraz.
¿De qué va esta historia? Básicamente de una jovencita, como ya he dicho antes, un tanto bulliciosa, que decide que ha llegado la hora de sentar la cabeza y casarse, bien, por supuesto.
Aquí vamos a hacer un inciso para los que no estén muy duchos en novela romántica. Es costumbre en este tipo de novela, y más en la histórica, que el protagonista masculino sea bastante mayor que su pareja, llegando incluso a duplicarle la edad. En parte es históricamente correcto en su mayoría, pero también, creo yo, es al gusto de las lectoras, que siempre pensamos que un hombre mayor, experimentado y un poco más asentado, resulta más atractivo que un joven imberbe e inmaduro.
Dicho esto, en este caso mi querida Terry busca esposo, no muy mayor, aunque no le importaría, sólo que ella quiere alguien que sea todo lo que ella no es: formal, correcto, incluso tirando a aburrido. Eso sí, moderadamente atractivo, para que también lo sean sus futuros hijos, y, puestos a pedir, también moderadamente rico, no se trata de pasar estrecheces innecesarias.
Pero todos sus planes y su cuento de la lechera se volverá del revés en cuanto se cruce en su vida Devin Wallace, apenas mayor que ella, quien, de entrada, no parece cumplir las exigencias de Terry, salvo por un físico arrollador y un encanto sensual que logrará hacerla replantearse todas sus ideas.
La atracción del principio dará paso a una relación muy especial, algo por completo “Inesperado” para ambos, de ahí el título. Aquí voy a hacer otro inciso. Cuando hablaba antes de los protagonistas mayores, hombres de mucha experiencia con las mujeres, mucho mundo, y prácticamente de vuelta de todo, que tanto gustan a las lectoras de romántica, siempre hay un problema, y es que resulta difícil hacer creíble su relación con una protagonista joven, inocente e inexperta. La mayoría de las autoras juegan precisamente esa baza, el hecho de que la inexperiencia de ellas sea su parte más seductora, pero no siempre el lector termina del todo convencido.
Por esto es que a mí me apetecía una historia diferente, en la que para ambos sea esta por completo su primera vez, su primer amor, la primera persona por la que estarías dispuesto a dar la vida, traerle la luna y las estrellas... Esa ilusión que sólo se sienta precisamente en la juventud. De eso se trata esta historia.
Sin embargo, habrá varios factores que se pondrán en su contra e intentarán evitar que sean felices. A la juventud de ambos y el futuro profesional aún sin concretar de Devin, se unirá una acusación que amenazará con destruir las posibilidades de un futuro juntos.
¿Tendrá un final feliz este amor tan ... “Inesperado”?
Bueno, con eso contamos, ¿no?
Comentarios
Estoy deseando leer esta hija tuya.
Besos
Que no se dan cuenta esas chiquillas de 20 años que su apuesto de 42 tendrá 72 cuando ellas tengan 50? Ay, ay, que aunque las mates no sean mi fuerte, a sumar aún se llega :-)
Propuesta: Una joven y atractiva viuda, dueña de una gran empresa de perfumería, de... mmmmm... pongamos... 37 años, se enamora de un apuesto, inteligente y solitario empleado suyo de... 29 años :-)
(Me lo acabo de inventar, eh? cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia jeje no conozco a nadie que pudiese cumplir esos requisitos)
Un saludo guapa :D
Assumpta, me encanta tu propuesta, será porque a mi edad (más o menos la de tu atractiva viuda, ejem, ejem), los "jovencitos" de 29 me parecen de lo más atractivo.
Y sí, yo también pienso que una diferencia de más de 4 o 5 años es demasiada. Aunque el amor es el amor, no digo nada.
Besos.
Un abrazo y adelante,
Ramón
Que bien escribes joia, hasta para hacer una sinopsis de lo que es tu novela lo bordas...
Un beso y saludos desde el sur...
Seguro que tu novela va a ser un éxito.
Está claro que escribes muy bien.
Eso de los finales felices, me parecen indispensables para el buen sabor de boca.
Un abrazo.
Besos a repartir.
A ver si le das protagonismo a la hermana, lo digo por "La hija del cónsul"...je, je.
Tengo la manía de poner protagonistas jóvenes en mis novelas, será que me encanta esa etapa de la vida, aún ingenua, con la vida por delante, sin malear, sin resabios, con mucho por aprender, con la curiosidad despierta y abierta a las sensaciones nuevas. Aplaudo que él y ella sean jóvenes, espero final feliz, desde luego. De tu calidad escribiendo, no dudo ni por un segundo, será un placer leerte.
Mucha suerte, felicidades, bico, natalí.
Te lo diría siempre si me animase.
Pero eso no tienen nada que ver con mi admiración por ser capaz de...
Felicidades y ¡ánimo!
"Mi perro confía en mí" ¿Ta bien así? :-))
Abrazo