No me he enterado de nada.
Esta foto la saqué el sábado, al atardecer, desde el monte de Santa Luzia en Viana do Castelo. Cuando estábamos tan contentos mirando la hermosa capilla y la puesta del sol sobre el mar, de repente comenzó a llover a cántaros, mientras el sol no dejaba de lucir, y así surgió este bonito arco iris sobre la desembocadura del río Limia. ¿Y aún alguien duda de por qué los antiguos creían que era obra divina?
Volvimos ayer a casa, tarde y cansados, y estuve echando un ojo a los blogs, para ver cómo había ido el sábado literario, temiéndome una deserción generalizada por culpa de las vacaciones; ya veo que no fue así.
También he visto que, a fuerza de tirar cosas al pozo, alguien quiso tirar hasta su propio blog. Como al final no ha sido así, y como yo no me he enterado de nada, pues no tengo tampoco nada que comentar.
Si es que después del chaparrón siempre acaba luciendo el arco iris, para volver a ver el mundo de colores.
Comentarios
Bonita foto ;)
Ya aprovecho para avisarte de mi nueva entrada en el blog, un artículo de Ramón, como eres una admiradora del cine seguro que te encanta,
Un beso,
Juanma
Un saludo desde Malaga.
Besos
Si estuviste de "vacas" y te lo has pasado bien, me alegro.
Un abrazo
Juanma, me ha encantado, allí te dejo los comentarios.
Hola, Annick, ya veo que los franceses también están de acuerdo, después de la tormenta siempre llega la calma...
Paco, me gustaba la "ola de monedas de oro", me imaginaba una sucesión de montañas, como un desierto, formado por pequeñas monedas doradas.
Besos a repartir.
Me acabo de enterar de lo de tu novela y debo de felicitarte enormemente.
un "veso" y no dejes de "excribir".
Me parece una imagen mágica.
El sábado ha sido movidito.
Un abrazo
Celia, yo no me he enterado, pero sí, movidito.
Besos a repartir.
Gracias por seguir mi blog.
Un beso.
Volvemos a tomar el ritmo, espero participar en los "sabados" en cuanto me curen la pupa.
Te envio un regalito por email, hace juego con tu bella foto. Besiños.