EN TIEMPO DE DÍAS GRISES
Ayer estuvo un día gris, gris de otoño, no del otoño bonito de sol dorado y hojas crujientes que llueven de los árboles.
Del otro otoño, del de mañanas húmedas y días fríos, de charcos de agua sucia y miradas hurañas.
Ya he dicho que septiembre no me gusta. Septiembre es el final de la ilusión y la expectativa que siempre conlleva el verano. Por eso en este mes hacemos planes, queremos creer que nuestra vida continúa, que aún podemos alcanzar esa felicidad que nos prometía julio. Pero no, septiembre es el ocaso, plantas y animales se preparan para el largo invierno, y nuestro ánimo se apaga como la luz cuando los días van acortándose semana a semana.
Hace tiempo que me ronda una idea sobre una novela de otoño. Una novela gótica, con fantasma, y una protagonista muy joven. La tengo aparcada, a la cola de otros proyectos, pero de vez en cuando me pide atención, me ruega que no me olvide, que ahí hay una historia, quizá una buena historia, sin duda una historia diferente.
Trataré de encontrarle el tono correcto antes de empezar a escribirla. ¿Debe ser una novela juvenil puesto que su protagonista es poco más que una adolescente? No me importaría escribir una novela juvenil, entendiendo como tal una novela que no por dirigirse a este público, tiene que rebajar su nivel de escritura, vocabulario y argumento. No transijo con los escritores que minusvaloran a sus lectores.
Si es cierto que la gente joven no lee mucho, lo es ahora y lo ha sido siempre, también es una verdad absoluta que los que son lectores, son lectores compulsivos, y muy buenos lectores.
Por eso digo y prometo, que si algún día me decido a escribir esa novela juvenil, yo no os trataré con condescendencia, procuraré huir de los tópicos, y espero ofrecer una historia interesante, que atrape, y que te deje un buen recuerdo cuando cierres el libro.
Pero de momento no entra en mis planes más próximos, hay otras historias que me llaman desde hace tiempo, y he de procurar poner un orden para no volverme loca.
No, tendrás que esperar, no sigas insistiendo.
Bueno, vale, anoto la primera frase, para que no se me olvide cuando te toque el turno de escritura:
"Cuando pienso en aquella época, siempre la recuerdo como el tiempo de los días grises...".
Comentarios
Vuelvo también a mi ritmo, como ha de ser.
Bicos muchos.
Bicos e apertas.
He vuelto a los jueves, ni que sea el último.
Más bicos, la próxima nos vemos en Galícia.