JUEVES LITERARIO: ¿Nos importa lo que ocurre en otro sitio?



PIRULETAS DE FRESA
©Teresa Cameselle
No había luna aquella noche, lo que contribuía a que las estrellas brillaran con más fuerza de lo normal.
Adentro, la televisión seguía vomitando el rosario habitual de asesinatos, atentados y violencia morbosa sin fin. En la cocina se oían gritos, algo tampoco desacostumbrado. Pero allí fuera, en el porche, rodeado del silencioso jardín y con el cielo como único techo, uno podía abstraerse de aquel mundo de locos.
Era difícil tener trece años. Difícil empezar a comprender lo dura que es la vida y lo poco que puedes hacer, nada a esa edad, para mejorarla.
Un olor intenso a dulce de fresa anunció la llegada de la intrusa que vendría a perturbar su momento de paz.
-¿Qué miras?
-Las estrellas.
Se sentó a su lado, las cortas piernas balanceándose contra el borde de madera. La piruleta siempre en la boca, motivo de la caída anticipada de sus dientes de leche, y de visitas continuas al dentista. Otra excusa para más gritos en la cocina.
-¿Tú crees que hay vida en las estrellas?
-Tonta, en las estrellas no se puede vivir, son soles diminutos.
-Bueno, donde sea, en otros planetas. ¿Tú crees que hay gente viviendo como nosotros, en otros planetas?
Ahora la televisión hablaba de Túnez, un país muy lejano que no sabía ni situar en el mapa, parece que allí había una revolución, turistas retenidos, gente corriendo nerviosa por las calles.
-Espero que no –dijo con toda la triste sabiduría de sus trece años recién cumplidos-. No vale la pena.
La pequeña sacó el caramelo de la boca y lo miró por un momento, pensativa.
-¿Y si tienen piruletas de fresa?
No supo de donde logró las fuerzas para componer una sonrisa y asentir, casi convencido, con la cabeza.



Comentarios

casss ha dicho que…
Tengo dos "piruletas". Te doy una. No hace falta ir a la luna para que compartamos algo.
Un abrazo.

p.d si no tuviera dos, te daría la mía, si con eso pudieras regalarme un sonrisa.
Celia Álvarez Fresno ha dicho que…
Muy dulce tu relato. La mirada de un niño, las preguntas, y la piruleta de fresa. Buena cosa para endulzar el Mundo.
Un bukiño.
Adelaida Ortega Ruiz ha dicho que…
Tienes razón, Teresa.
A veces, hasta lo que está muy cerca, si no nos afecta directamente, pareciera que sucede en las estrellas.
Un par de neuronas... ha dicho que…
Bueno, vale, si tienen piruletas de fresa voy, pero que sean de las antiguas que te dejaban la lengua roja...

Buen lema: Cada niño una piruleta y cada piruleta una vida feliz!

Besito, amiga Teresa.
San ha dicho que…
Yo tambien quiero una piruleta de fresa, me encanta el sabor a fresa,buen monento para endulzar el sabor amargo de tanta dureza.
Besos y muchos.
Natàlia Tàrraco ha dicho que…
Delicado enfoque del tema, la ingenuidad derrumbaría todas las fronteras, y seguro, en Túnez tienen piruletas de fresa, o las tendán pronto, eso espero amiga.
Besitooos.
CARMEN ANDÚJAR ha dicho que…
Bonito y metafórico relato. la verdad es que si la humanidad es como aquí, no vale la pena que haya vida en otros planetas, quizás si compartimos las piruletas, no se yo.
Un beso guapa
FIBO ha dicho que…
Dentro de cinco mil millones de años...esta estrella que nos alumbra, se apagará...todo será nada...ya no habrá porche, niñas mirando las estrellas...murmullos apagados al oido en la televisión...ni cacerolas produciendo ruidos en la cocina...la memoria se borrará...no habrá piruletas...ni una niña preguntona...pero todo queda lejos, mientras tanto mantengamo la ilusion de esa niña...tal vez...,sí,hay piruletas en otro lugar...al menos tengamos fe...un saludo.
Matices ha dicho que…
Los niños constituyen sus propios sueños en historias idílicas, porque en el fondo ellos no entienden el "porque" de los problemas, eso sí, siempre tienen brillantes ideas para mitigar esto...
!!Venga, para mi otra piruleta de fresa¡¡

Saludos.
Anónimo ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo ha dicho que…
Aquella intrusa quizás era una hermana, una profe, una vecina.
A quien le importan esos pensamientos de una o un adolescente. ¿Por lo demás, cómo pillar alguna cosa?
Yo había buscado a esas edades una salida, sin que viera en mi horizonte otras opciones que no fuera en blanco o negro.
Mamaceci ha dicho que…
Qúien sabe? quizas en otros planetas tengan aprendidas un par de cosas más que en el nuestro, aunque el instinto del adolescente parece del bueno.
Yo al menos les apostaria una ficha! Y si tiene piruletas de fresas, tanto mejor.
Dulce relato, haciéndole honor a la piruleta.
Besote
María José Moreno ha dicho que…
He tenido la suerte de ir por orden en la lista de tésalo y he pasado por cabreo, enfado, sindabor, angustía, esperanza, libertad... y sabes de todo me quedo con el tuyo, la inocencia. Quiero ser niño lleno de posibildades para no volver a equivocarme.
Dame una piruleta de fresa.
Besos
V.Nas ha dicho que…
Siempre en todas partes y paises existe algun tipo de piruleta de fresa. Algo por lo que merezca la pena.
V.Nas
Anónimo ha dicho que…
y olé y olé y olé...acabo de sacar el pañuelo de dos estrellas y planeta para esta faena, teresa cameselle..¡y es que soy el presidente autoritario de este particular festejo que acabo de leer y he decidido premiarle con dos estrellas y un planeta, amén de con una vuelta a la galaxia...
amén y así sea..
besos, teresa.
Teresa Cameselle ha dicho que…
¿Dos estrellas y un planeta para mí solita? Osea, un planeta con dos soles, ¿saldrían juntos o uno saldría por la mañana y otro por la noche? Entonces, ¿cuándo se dormiría? Tengo mucho que pensar sobre este regalo. De momento me apunto a dar la vuelta a la galaxia.
Gracias, señor presidente autoritario de los jueveros.
En contraprestación, hoy te dejo dos besos y un abrazo.

Para los demás, por supuesto, también hay besos y abrazos y agradecimientos.
También a la autora de "La evolución de Calpurnia Tate", libro que acabo de leer y no puedo obviar que me ha influido a la hora de redactar este relato.
Medea ha dicho que…
Es ya Lunes y como he ido por orden eres mi último jueves, he ido bastante atrasadilla esta semana. En el fondo el ser tu relato el último que leo en este jueves de fronteras me deja buen sabor, sabor a fresa. El establece en el jardín sus fronteras, fronteras que lo mantienen a salvo de lo que se está liando en la cocina, de lo que la tele le cuenta del resto del mundo, un mundo que no entiende y piensa desde su sabiduría de los trece años que si hubiera vida en otros planetas solo sería otra frontera más y para eso mejor dejar las cosas como están.
Bendita inocencia. Un beso
Anónimo ha dicho que…
Otro mundo es posible, pero faltan muchos, muchísimos años, para que la mirada de los hombres se vuelva ingenua, inocente e intercambie generosidad como el que intercambia piruletas de fresa. ¿cuantas generaciones serán necesarias?. ¿No nos aniquilaremos antes?.
Un abrazo.

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